viernes, 8 de agosto de 2008

Recursos: el Grotesco

El grotesco
Francis Bacon

La palabra Grotesco deriva del italiano grottesco (de las grutas) y designa, en arquitectura, al estilo o adorno que imita la aspereza de las rocas.
En teatro el primero en usar este término fue el dramaturgo italiano Luigi Pirandello. Calificó así su propio estilo teatral que refleja una realidad entre cómica y trágica. Está será la característica central del género: una realidad trágica construida a partir de un humor ácido, negro, absurdo. Tiene especial parentesco con el denominado Esperpento, estética teatral del español Ramón del Valle Inclán en la que el mundo es visto en un espejo deformante que acentúa sus rasgos y permite ver de modo hiperbólico la realidad cotidiana y sus aspectos siniestros.
En el Río de la Plata (Argentina y Uruguay) se llama del mismo modo al teatro derivado del sainete y el vodevil. El primero es a su vez un tipo de representación de comienzos del siglo XX que muestra la vida de los inmigrantes en los inquilinatos (conventillos), con pinceladas caricaturescas Estos personajes se hacinaban cuartos baratos que generalmente compartían un patio. Algunos de los autores de sainetes eran sin embargo hijos de esos inmigrantes.
En la década de los años '20, el dramaturgo Armando Discépolo introdujo un giro dramático y sombrío en el enfoque del sainete y creó lo que él mismo llamó "grotesco criollo". Las obras Mustafá, Giácomo, Babilonia, Stéfano, Cremona y Relojero, estrenadas entre 1921 y 1934, son tragicomedias representativas de una dramaturgia que influyó en autores posteriores, como Roberto Cossa, Osvaldo Dragún, Carlos Gorostiza y Griselda Gambaro.