lunes, 4 de agosto de 2008

Recursos: Realismo Mágico


La cuestión del Realismo mágico o de lo Real maravilloso.

Alejo Carpentier, en su ensayo “De lo real maravilloso americano” (1964), expresa: “[…] lo maravilloso comienza a serlo de manera inequívoca cuando surge una inesperada alteración de la realidad (el milagro), de una revelación privilegiada de la realidad, de una iluminación inhabitual o singularmente favorecedora de las inadvertidas riquezas de la realidad, de una ampliación de las escalas y categorías de la realidad, percibidas con particular intensidad en virtud de una exaltación del espíritu que lo conduce a un modo de ‘estado límite’. Para empezar, la sensación de lo maravilloso presupone una fe. Los que no creen en santos no pueden curarse con milagros de santos.”.

Estas palabras parecen indicarnos que se está poniendo el acento no tanto en las características de lo real, sino más bien en la capacidad del individuo para creer y, por lo tanto, percibir o experimentar lo maravilloso. Observa Carpentier que lo “real maravilloso” es por esto privilegio de Latinoamérica, ya que la vida allí se nutre de mitologías, es decir, de relatos donde la historia y los mitos se fusionan.


A partir de esta “teoría sobre la realidad Latinoamericana”, que esboza el escritor cubano, se puede intentar definir qué se entiende por “Realismo maravilloso” ya que la cosmovisión y la estética propias de esta vertiente narrativa caracterizan una gran parte de la producción literaria de los años 60 y 70, que tiene aún sus continuadores en escritoras como la mexicana Laura Esquivel (Como agua para chocolate) y la chilena Isabel Allende (La casa de los espíritus).


El Realismo maravilloso se podría definir, entonces, como un cierto tipo de historias y un cierto tipo de discursos que no son ni el de la narración realista ni el del relato fantástico, que suponen un concepto de realidad positivista. En estas obras y su verosimil, es decir su lógica interna, no hay diferencia ni contradicción entre lo natural y lo sobrenatural.

Por otra parte, debemos incluir en el “Realismo maravilloso”, una vertiente que Miguel Ángel Asturias denomina “Realismo mágico”. En esta línea literaria, se sobreimprime a los hechos reales la visión mítica “sobrerreal” con la que el indio y el pueblo los percibe. De esta manera, explica Asturias en una entrevista: “[…] hay una realidad verdadera: él ve una mujer que se encamina a un barranco; … él describe a esa mujer, que cayó en un barranco, como cualquier persona la describiría, en forma real y realista, pero después viene la parte mágica. El indio vio en esa mujer una especie de nube cayendo al barranco, el aspecto trágico de algo diabólico dirigiéndose al barranco, y entonces –con su imaginación primitiva- comienza a crear una realidad que es más real que la propia realidad. Como nos da tantos detalles sobre esa superrealidad, nos parece que es más real lo irreal [visto por él o imaginado] que lo ocurrido.”(1969).
Estéticamente el discurso del "Realismo mágico" se caracteriza por el uso de la hipérbole y por un imaginario muy rico donde todo es posible ya que como en los cuentos maravillosos lo real y lo sobrenatural se entrelazan. Pero, además, los relatos encuadrados dentro de estar vertiente literaria a manera de metáfora siempre presentan una visión política de la realidad Latinoamerciana marcada de modo histórico por temas como el poder, la explotación, etc.. Por lo general, esta visión que a veces puede resultar humorística es siempre crítica.

Desde este punto de vista, se podrían señalar los siguientes matices dentro de la producción total del período:
-Relatos de base histórica donde el referente parcial o total es un hecho ocurrido: El siglo de las luces de Alejo Carpentier.
-Textos que carnavalizan[i] la realidad acudiendo a la exageración, el grotesco y la parodia: El señor presidente de Miguel Ángel Asturias; Adán Buenosyres de Leopoldo Marechal.
-Textos que plantean una realidad ilusoria, fantástica o ambigua: “Las ratas” de José Bianco; “El inmortal” (El Aleph) de Jorge Luis Borges; “El perjurio de la nieve” de Adolfo Bioy Casares; “Axolotl” Julio Cortázar, etc.
-Relatos de “Realismo mágico”, donde la realidad se construye desde la visión y la lógica mítica del indio y el pueblo: El señor presidente, Hombres de maíz, etc., de Miguel Angel Asturias; Cien años de soledad de Gabriel García Márquez.
Con respecto a Como agua para chocolate, es una novela que a fines de los años 80 retoma la línea del realismo mágico desde una mirada femenina. Si bien la novela presenta muchos aciertos (el uso del formato del folletín, el cruce entre narración y receta de cocina), es evidente que es un texto con muchos rasgos de la cultura de masas, es decir, un texto de consumo gastronómico, fácil de leer, digerible, que se "devora" pero que en su visión de la realidad y el papel que le asigna al lector es conservador y reproduce una estética de los años 60, treinta años más tarde. En este sentido tiene rasgos que lo encuadran en la categoría Kitsch, es decir, simulacro de arte destinado al mercado editorial.
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[i] Carnavalizar es un término derviado de “carnavalización”, vocablo técnico que usa Mijail Bajtin para designar una práctica cultural de carácter popular (carnaval) que subvierte el orden oficial, parodiándolo, es decir rerpoduciéndolo burlescamente, y poniendo el acento en sus aspectos más materiales y abyectos para reirse de él y resistirlo. Un ejemplo de ello es el episodio de El señor presidente de M. A. Asturias donde el dictador vomita dentro de una palangana que está decorada con el escudo oficial de la República.

Parte IB: Laura Esquivel - guía de lectura


Como agua para chocolate: texto virtual de la novela en formato PDF :http://www.dad.uncu.edu.ar/skins/dad/download/Como%20agua%20para%20chocolate.pdf


Datos biográfico se Laura Esquivel:
(México, 1950)
Escritora mexicana, célebre por su novela Como agua para chocolate. Nacida en la ciudad de México, se dedicó a la docencia y escribió obras de teatro infantil y guiones de cine. Su primera novela, Como agua para chocolate (1989), tuvo un éxito de público tan extraordinario que el director de cine Alfonso Arau rodó una película con el guión de la propia autora que supuso la consagración de esta obra (ver en el título de la entrada vínculo).

Esta novela entusiasmó por la atmósfera indecible que creó la autora para narrar la historia de un amor imposible e imperecedero en medio de ollas y sartenes, es decir, en el ámbito tradicionalmente femenino por excelencia: la cocina y sus hechizos.

El texto es una versión tardía del realismo mágico. La novela fue traducida a más de treinta idiomas y en 1994 su autora recibió el Premio ABBY (American Bookseller Book of the Year), galardón que por vez primera fue concedido a un escritor extranjero. Laura Esquivel ha continuado escribiendo otras obras, como La ley del amor (1995) o su libro de cuentos Íntimas suculencias (1998), recopilación de relatos acompañada de recetas de cocina en el que la autora vuelve a retomar la consigna de que desde la cocina es posible transformar el mundo. Les siguieron Estrellita marinera (1999), El libro de las emociones (2000) y Tan veloz como el deseo (2001).

GUIA DE LECTURA:
1. Características del título y su relación con el o los temas más importantes de la novela.
2. Pacto de lectura: señalar qué cruces de género caracterizan el peculiar discurso con el que se narra la historia.
3. Estructura de la novela. Organización teniendo en cuenta aspectos de forma y contenido. Temas e ideas implícitas.
4. Construcción de personajes. Relaciones, recursos expresivos, características.
5. Estética de la novela, caracterización. Recursos expresivos
6. Lenguaje. Registros, características.
7. Aspectos ideológicos del texto, cosmovisión que postula.
8. Valoración personal de su calidad literaria y aportes novedosos.
9. Rol del lector en la novela.


Como agua para chocolate
Aspectos para fichar:
  • Contextualización del libro. Época, autora, estética.
  • Título y su relación con el tema.
  • Temas de la novela
  • Estructura y organización de contenidos
  • Estrategias narrativas: cruce de géneros, figuras de base, manejo del tiempo, narrador, espacios, construcción de personajes (características, funciones, relaciones, simbolismo) y su relación con la estética (realismo mágico),